Impresionante.
Pocas palabras me vienen a la cabeza para poder describir lo que sentí alli.
EL día comenzó por la tarde conociendo todo el recinto. Inmenso, la cantidad de expositores y de personal era abrumadora. La noria, la tirolina y zona radical, espectaculares.
Ya entrando la noche empezamos el momento musical en la carpa electrónica. Montaje de lujo, gogós de infarto y reventón a tope con Gerardo Niva y Óscar de Rivera. Buena música en un ambiente irrepetible.
Y por fín llegan los platos fuertes. Sobre las 00:30, Lenny Kravitz sale a escena con su guitarra haciendo vibrar a las más de 40.000 personas que lo presenciaban. «I´ll be waiting» y «Stillnes of heart» me hicieron vibrar como nunca. Brutal, sin más palabras.
El cierre de la noche, Tiësto. Impresionante, la mejor sesión que he escuchado hasta ahora con toda la gente botando y viviendo las melodias hasta el final. Fue increible el derroche de energía que Tiësto puso sobre el escenario.
Y recogida. Se cerró el chiringuito y sonando Sasha & Digweed de fondo nos despedimos de la experiencia musical más espectacular vivida hasta ahora.
Se dice, se comenta…